Historia y origen de los hornos de leña
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Los primeros hornos se empezaron a utilizar hace unos 10 mil años, aunque es cierto que no tenían nada que ver con los actuales hornos de barro. Eran uno agujeros practicados en tierra donde sus paredes verticales servían para mantener un poco el calor. En el agujero se hacía la hoguera y posteriormente, sobre las brasas se ponían los alimentos.
Posteriormente y como producto de la observación, los antiguos empezaron a tapar el agujero cuando las brasas estaban preparadas para introducir los alimentos, así el calor se mantenía más tiempo mejorando la calidad de la cocción.
Estos hornos primitivos con tapa se llamaron hornos de barro Tandoor. Aun hoy en día hay muchos países subdesarrollados que los utilizan. La evolución natural del desarrollo de los hornos fue haciendo que se practicara menos agujero en el suelo y levantando unas paredes laterales. Esto proporcionaba más comodidad a los usuarios para cocinar. Finalmente la tapa, en lugar de ponerla en la parte superior, se ponía la piedra para tapar la abertura en el lateral.
Los siguientes pasos de evolución de los hornos dieron como resultado unas paredes verticales con una losa fija en la parte superior. Prácticamente es la apariencia de los hornos de barro de hoy en día.
Pasado el tiempo, el hombre aprendió a practicar unas cúpulas muy puntiagudas, que sin duda fueron la base para que civilizaciones posteriores desarrollaran el arco romano. Un arco menos vertical y más horizontal.
Conociendo las técnicas para mantener el calor, los moros -que no son muy compatibles con la idea de trabajar- ingeniaron la forma de no hacer paredes verticales ni de tapar el horno de barro y exportaron de España a todo el norte de África lo que hoy se conoce como horno moruno. Aunque se deberían conocer como horno ibérico. ► Hornos morunos
Ahí nació el horno moruno u horno de barro. Los moros practicaban en un montículo ya formado de tierra, una apertura lateral e iban excavando tierra hasta dejar una especie de bóveda semicilíndrica en el interior.
Este es el origen de los hornos de barro hasta nuestros días. El principio es el mismo: el fuego calienta las paredes que luego lentamente desprenderán las calorías hacia los alimentos.
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¿Sabías que los hornos de barro lo copiaron los moros de los españoles?
Aunque a este tipo de hornos se les denomina morunos, lo cierto es que su origen data de hace unos 2.000 años originarios de la zona de Pérgamo -actual Turquía- de donde los romanos lo copiaron y exportaron a Roma popularizando su uso por sus enormes ventajas...